EN
EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 26:63-68 HAY UN EPISODIO MUY CONOCIDO,
PORQUE TRATA DE UN MOMENTO EN QUE SE JUZGABA A JESUS, Y UNA FRASE
UTILIZADA POR EL SUMO SACERDOTE, EL CUAL LE DIJO A JESUS: “te conjuro
por el Dios viviente”.
LEAMOS: Mateo 26:63-68
“Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te
conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el
Hijo de Dios. Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que
desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de
Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Entonces el sumo sacerdote
rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad
tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia. ¿Qué
os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte! Entonces
le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le
abofeteaban, diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.”
La frase significa “debes jurarme por el Dios viviente si eres
el Cristo”. Antiguamente se acostumbraba utilizar esta frase como el
último recurso, y era un juramento jurídico, al que nadie podía negarse,
y que obligaba a la persona a hacer una declaración concreta. Por eso
Jesús, que hasta ese momento permanecía callado, tuvo que hablar y
declarar quien era: “Tú lo has dicho” o como lo relata Marcos: “Yo soy, y
veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios”.